Esperando la nieve…

Esta semana, se esperaba la nieve…
Anunciada para la noche de jueves a viernes, provocó varios problemas en las afueras de la capital pero cuando salí a la calle, sólo quedaba algo de nieve en los techos de los coches y no daba para organizar una batalla :-)))

El viernes por la noche quise salir del metro en la estación Lamarck Caulaincourt, cuyos andenes se hallan a 25 metros debajo del acceso a la calle. Había mucha cola frente a los ascensores así que preferí pasar por la amplia escalera de caracol. Entonces empezó una larga ascensión y mientras subía, constaté que muchas personas de todas las edades habían hecho la misma elección y enfrentaban los escalones con un buen ritmo hasta la salida.
¡Nada mejor que las escaleras de Montmartre para seguir en forma!

Al día siguiente, tocaba dar un paseo por el barrio de la Goutte d’Or…
Unos meses atrás, el ministro del interior de Francia, Manuel Valls, inventó un nuevo concepto territorial: la Zona de Seguridad Prioritaria (ZSP). Teoricamente, se trata de poner más medios en estas zonas para erradicar las diferentes formas de delincuencia y volver a una relativa normalidad.
El barrio de la Goutte d’Or es el único barrio parisino estigmatizado por esa clasificación.
Pero también es un barrio muy vivo y muy chistoso.
Total varios comercios se juntaron para organizar una contraataque: invitan a recorrer «su» ZSP para encontrar los regalos de Navidad pero este ZSP es una «Zona de Sabrosos Placeres«. :-)))
Me encantó la idea y aproveché el mapa que regalaban para visitar varios lugares que no conocía.

El sitio más extraordinario que visité es la librería de los libraires associés.
Es un sitio que se esconde detrás de una sencilla puerta de inmueble, sin escaparate ni cartel, sólo un timbre con la etiqueta «librairie». Llamas, abren la puerta y descubres un espacio increíble dibujando un L alrededor de un pequeño patio. Alto de techo, decorado con sobriedad, la planta baja cuenta con una pequeña zona dedicada a los libros animados y un gran espacio reservado a los bibliófilos.
También instalaron el sótano para albergar exposiciones temporales y cuando pasé por allí presentaban libros animados de David Carter.
Yo encontré un libro de la dibujante checa Kveta Pacovska y me fui de este sitio con un hipopótamo bajo el brazo…

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