París, un recorrido diferente Caminando por París con Caol 2024-03-24T21:11:11Z https://blog.ciudadluz.org/feed/atom/ WordPress caol http://www.ciudadluz.net <![CDATA[El barrio de San Ferdinand]]> https://blog.ciudadluz.org/?p=2993 2024-03-24T21:11:11Z 2024-03-24T21:11:11Z Sigue leyendo ]]>

Situada a menos de quinientos metros del Arco del Triunfo, la iglesia Saint Ferdinand es una iglesia cuya construcción se acabó en 1957. Tiene una fachada relativamente imponente que esconde un interior de estilo neobizantino iluminado por tres cúpulas.

La decoración me pareció relativamente sobria y el espacio resulta perfecto para una sesión de meditación.

Al salir de esta iglesia, recorrí la calle Saint Ferdinand y encontré una sucesión de tiendas de buena vida. Ni siquiera falta la plaza redonda, con terraplén central y escultura, y varias terrazas en donde sentarse para tomar un café u otra cosa…

Siguiendo rumbo al Oeste, llegué al lado del Palacio de los congresos de Paris y seguí por el bulevar Pereire cuya parte central propone espacios de deporte, aparcamientos y pequeños jardines.

Pasé por la calle Brunel en donde noté, en la parte superior de un gran edificio, una sucesión de relieves representando gatos solos o jugando…

Confieso que no miré los anuncios presentados en el escaparate de la agencia inmobiliaria de la plaza. Esta zona queda a dos o tres estaciones de metro de La Défense y sus torres de oficinas, está al lado del Palacio de los congresos de París y para quien necesita naturaleza, el bosque de Boulogne está a menos de un kilómetro…

Sin embargo, me alegró constatar que a pesar de estar muy cerca del Arco del triunfo, esta pequeña zona parece tener una vida propia, a salvo de las invasiones turísticas.

Al final de la calle Saint Ferdinand, seguí rumbo al Oeste antes de hundirme en el metro…

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caol http://www.ciudadluz.net <![CDATA[Explorando los alrededores de la plaza des Ternes]]> https://blog.ciudadluz.org/?p=2987 2024-03-17T17:47:29Z 2024-03-17T17:47:29Z Sigue leyendo ]]> El recorrido de la semana empezó por un viaje en autobús que me llevó a la plaza des Ternes. Las tiendas de esta zona no son compatibles con los límites de mi presupuesto, así que pronto me escapé de la plaza para explorar los alrededores.

La primera sorpresa ocurrió al pasar por la calle Saint Senoch en donde se puede ver un impresionante edificio de talleres de artistas. Construido al principio del siglo XX, cuando ya dominaban las posibilidades creadas por el uso del hormigón armado, destaca por el tamaño de sus vidrieras y la ligereza de su estructura. ¡Quien pudiera vivir en un taller de este tipo!

Justo al lado, exploré el pequeño mercado des Ternes. Instalado en la planta baja de un edificio relativamente reciente, padece las obras que están haciendo en las plantas superiores de la construcción, porque complican el acceso y le quitan visibilidad al mercado. Y cuando pasé por dentro, los comerciantes estaban compartiendo su preocupación por la ausencia de clientes…

Sin embargo, los alrededores del mercado cuentan con las tiendas, los bares y los restaurantes que permiten considerar que sus calles, limitadas por tres avenidas y bulevares importantes, constituyen uno de los pueblos parisinos.

Luego seguí la calle Bayen, rumbo al sureste y así fue como descubrí la pequeña plaza Boulnois.

¡Solo faltaba una terraza para tomar una copa tranquilamente!

Luego pasé por varias pequeñas calles que proponen servicios de todas clases a los turistas que no quieren seguir su visita por los Campos Eliseos. No se si son muchos los parisinos que viven en esta zona. Pero sé que tendré que volver a esta zona para explorar los alrededores de la iglesia San Ferdinand porque ese día, ya era hora de hundirme en el metro rumbo a mi instituto de siempre.

Continuará…

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caol http://www.ciudadluz.net <![CDATA[Al noroeste del parque Monceau]]> https://blog.ciudadluz.org/?p=2982 2024-03-10T19:50:47Z 2024-03-10T19:50:47Z Sigue leyendo ]]> Salí otra vez de la estación de metro Monceau, pero en vez de entrar en el jardín romántico preferí caminar rumbo a la plaza del general Catroux en donde se halla un curioso edificio.

Este hotel de estilo neorrenacentista fue construido por el banquero Emile Gaillard a finales del siglo XIX para albergar su colección de obras de arte. Si el hotel cambió de propietario en los años 1920s y de utilización un siglo más tarde, sus fachadas exteriores presentan una colección de personajes directamente inspirados de las figuras de la edad media que merecen una parada.

El hotel ahora alberga “Citeco”, un espacio museístico dedicado a las ciencias económicas. Pero preferí alejarme de la plaza, que no aprecio mucho, y perderme por las calles secundarias.

En la calle de Chazelles noté un cartel indicando que allí fue donde fabricaron una parte de la estatua de la libertad que se ve en Nueva York.

Luego seguí por varias calles muy parecidas, con actividades económicas en la planta baja y viviendas arriba.

La sorpresa surgió al recorrer un pasaje comunicando dos calles cuando descubrí una casa anunciando “Culte Antoiniste” y como estábamos en las horas de apertura, me atreví a entrar.

Me acogió una señora con un largo vestido negro y una cofia de otros tiempos. Me atendió muy amablemente, me dejó entrar en la sala de reunión e incluso me regaló una publicación relativa a su organización. Confieso que, al salir de este lugar, y después de haber ojeado el papelito que me dio, soy totalmente incapaz de decir de que va el tema…

Más adelante, también noté algunas calles con vidilla que merecerán alguna visita.

El último trozo de mi recorrido me llevó al Arco del triunfo y llegando por la avenida Mac Mahon, bien se nota que el arco se halla encima de una pequeña loma.

Luego tocaba hundirse en el metro para seguir rumbo al centro de París.

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caol http://www.ciudadluz.net <![CDATA[Explorando el distrito VIII]]> https://blog.ciudadluz.org/?p=2977 2024-03-03T17:44:26Z 2024-03-03T19:30:00Z Sigue leyendo ]]> Salir del metro y entrar directamente en el parque Monceau forma parte de los pequeños placeres de la vida parisina. Hay personas que corren por la alameda exterior, oficinistas que se apuran para llegar al trabajo y otros, como yo, que disfrutan la belleza de este gran jardín romántico.

Al alejarme de este recinto por la calle Rembrandt, me paré un rato para admirar la pagoda roja antes de seguir por la calle de Courcelles para explorar la zona de ordenación concertada Beaujon.

En los años 2000, la parcela libre del antiguo hospital Beaujon empezó a interesar a los planificadores y la primera cosa que construyeron en este espacio fue un central telefónico subterráneo.

Un decenio más tarde surgió la necesidad de conectar el centro de la manzana con las calles adyacentes, de construir equipamientos públicos y viviendas sociales. Las obras fueron bastante complicadas. Crearon una calle en forma de U cuyas extremidades comunican con la calle del Faubourg Saint-Honoré. Acondicionaron un pasillo peatonal que comunica esta calle con la calle de Courcelles. Y construyeron una escuela, una piscina, un centro deportivo y varios edificios de viviendas sociales alrededor de un pequeño jardín.

El resultado me pareció bastante acertado y como está relativamente a salvo del tráfico automóvil, proporciona un espacio de tranquilidad apreciable.

Otro cantar fue al salir de este recinto.

En la calle d’Artois, están renovando varios edificios y a las molestias de las obras se combinan el ruido del trafico y la pestilencia de las basuras de los restaurantes.

Más adelante, al pasar por la calle Paul Cézanne, tuve la sensación de estar en un programa inmobiliario de oficinas con tiendas en la planta baja. Desgraciadamente, varias tiendas ya no tienen dueño.

Luego seguí por la avenida Matignon, admirando de paso las obras de arte expuestas por los galeristas.

Caminé por los Campos Elíseos rumbo a la plaza de la Concordia y entré en el jardín de las Tulerías. Desgraciadamente, estaban preparando unas instalaciones temporales para la presentación de accesorios de moda, así que preferí escaparme y hundirme en el metro.

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caol http://www.ciudadluz.net <![CDATA[Caminando por el distrito XVI]]> https://blog.ciudadluz.org/?p=2973 2024-02-25T19:22:48Z 2024-02-25T19:22:48Z Sigue leyendo ]]> La cerradura por obras de la línea 14 me llevó a viajar por la línea 6 y tuve ganas de volver a ver una parte del distrito XVI que descubrí al participar a un juego de pista.

Viajé en metro hacia la estación Passy, admirando la torre Eiffel al franquear el puente de Bir-Hakeim.

La estación Passy comunica una calle empinada bordeada de edificios de categoría y de un pequeño jardín. Rumbo abajo, uno llega a la orilla del Sena, rumbo arriba se encuentran la calle de Passy y sus numerosos comercios.

Yo preferí seguir la calle Raynouard. A mano izquierda, eché un vistazo al pasaje de las aguas, pero no tuve ganas de perderme por estas escaleras. Preferí seguir rumbo al edificio de Auguste Perret. En esta parte de la colina de Passy, se ve una sucesión de edificios de estilo Arte Deco mirando el Sena.  

Mas adelante, me paré un rato para contemplar el jardín de la casa de Balzac.

Pasé al lado del edificio de Radio France, visité un modesto jardín publicar antes de admirar el Castel Béranger. Siguiendo por la calle Poussin, descubrí la entrada principal de la villa de Montmorency, un condominio muy protegido que alberga millonarios y celebridades…

Seguí rumbo al norte por el bulevar de Montmorency en donde descubrí el taller del escultor René Quivilic. Desgraciadamente, no hay informaciones sobre las posibilidades de visitas de este espacio.

En el bulevar de Beauséjour, constaté que no derribaron las isbas antes de seguir por la calle de la Pompe.

Esta calle relativamente larga comunica la iglesia de la misión católica española, el ayuntamiento del distrito XVI, el muy famoso liceo Jeanson de Sailly y comercios de categoría. Se acaba el llegar a la Avenida Foch.

Esta avenida es una curiosidad. Es una vía cuya anchura ronda 120 metros, con una parte central de dos filas en cada sentido, bordeada por zonas ajardinadas que la separan de las vías laterales de acceso a los edificios. Al pasar por allí tuve la sensación de caminar al lado de una autopista… Por suerte pronto llegué a la plaza del Arco del triunfo.

En este punto, las largas distancias del distrito XVI habían acabado con mis capacidades andariegas. Así que seguí viajando en uno de estos autobuses que llevan directamente a casa.

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